Reparación de los carros eléctricos

Con la creciente popularidad de los autos eléctricos, se puede notar que prácticamente todos los grandes fabricantes ahora tienen algún modelo eléctrico en su oferta. ¿Pero qué tan duraderos serán, y qué tan fácil les va poder reparar en caso de accidentes? Solo con el tiempo sabremos la respuesta a esa pregunta.    

Sin embargo, en Canadá y Estados Unidos ya se han estado viendo algunos casos interesantes en donde los compradores de un nuevo vehículo eléctrico tienen algún accidente leve, pero al llevar a su auto a la agencia para reparación, les cotizan monto exorbitante por lo cuál la compañía aseguradora decide que es mejor dar el auto por pérdida total y pagar solo el valor residual. Esto pone en cuestión toda la idea de que los autos eléctricos son ‘mejores para el planeta’, si ultimadamente los fabricantes van a tener que reponer baterías o autos completos cada vez que uno de estos está involucrado en un accidente.

El primer caso del cuál nos percatamos fue de un canadiense que compró un Hyundai IONIQ 5 nuevo de agencia por unos $40,700 USD. A los pocos meses de tenerlo, un día de manejo a su trabajo, le pasó por encima a un objeto que estaba en la carretera. Él no sintió nada malo en el carro, pero de mismo modo decidió llevarlo a la agencia para una revisión debido que el auto estaba en garantía. Tras una revisión en la agencia le dijeron que había daños en la parte inferior del carro, específicamente en el cobertor/protector de la batería, y que esos daños no eran cubiertos por su garantía.

La versión del concesionario Hyundai canadiense es que el raspón externo ocasionó que el protector se desprendiera levemente de la batería (marcado en la foto superior) y que eso comprometía la seguridad de la batería, por lo que se debía cambiar la batería completa. Le entregaron al dueño una cotización por un monto de $45,342 USD (más de lo que le costó el auto nuevo).

Como el concesionario de Hyundai en Canadá no le extendió la garantía para la reparación, la compañía aseguradora decidió pasar el auto como pérdida total y pagarle al dueño el valor residual del carro. El dueño del Hyundai también fue sancionado por la compañía aseguradora (ya que tuvo una pérdida total) en donde la prima para seguros vehiculares por los próximos años le iba ser más costosa. 

El segundo caso del cuál nos percatamos fue el de un pick-up Rivian R1T en los EUA donde al dueño le cotizaron más de $40,000 por la reparación de una abolladura que tenía en la batea.

En este caso el alto monto cotizado por el concesionario se debía a que, a criterio de ellos, se debía cambiar el panel por completo (remover el panel dañado, pintar un panel nuevo con pintura original e instalarlo nuevamente en el vehículo). En el Rivian R1T el panel de la batea está integrado con la cabina. Por lo que, para poder removerlo, se tenía que remover el parabrisas, sunroof/quemacocos, y más, haciendo que el trabajo de mano de obra fuera mucho más extenso que lo usual. El tamaño del panel a remover y cambiar es prácticamente la mitad del carro.

El dueño del Rivian decidió solucionar por su propia cuenta y optó por una reparación de carrocería sin pintura (donde a punta de pequeños golpes se logra sacar la abolladura si tener que pintar el auto). Para dicho trabajo tuvo que transportar su auto más de 500 millas, desde Carolina del Norte al estado de Florida para que un taller especializado en este tipo de reparaciones pudiera hacerse cargo del trabajo a un costo más accesible.

 

Este par de casos sirven como ejemplo para que si usted está pensando en comprar un auto eléctrico nuevo, haga su debida investigación y tome debidas precauciones. Se recomienda preguntar por:

·        El tipo de daños/accidentes puedan hacer que le anulen la garantía.

·        El costo de reponer la batería eléctrica con/sin garantía.

·        Los tipos y cantidades de repuestos que tienen en inventario en el país.

·        Los tiempos estimados de espera para repuestos por pedido.